El género de películas de superhéroes entró con gran fuerza durante el 2010 y ha logrado mantenerse gracias al enfoque de nuevos personajes con diferentes perspectivas sobre lo que es ser bueno.
Para mí, Iron man marcó quizás el inicio de lo que consideramos hoy un súper héroe en todo su esplendor: el humor, la inteligencia y salvar a gente inocente. Características de un superhéroe de los cómics y el de las películas de Marvel y DC.
Sin embargo, el éxito no puede durar para siempre y es que si bien Iron Man fue el punto inicial donde las historias de superhéroes tuvieron su auge, es también lógico que llegue un punto de declive para darle paso a nuevas historias como, por ejemplo, la de estos personajes poco comunes, rechazados y hasta exagerados: los antihéroes.
Si bien la contraparte de todo héroe es un villano, diríamos que, dentro de la misma línea del héroe, pero sin serlo del todo estaría el antihéroe, este personaje que empieza con una historia convencional y termina convirtiéndose en un intento de héroe, no obstante, con cientos de errores a su paso para tratar de convertirse en uno.
Sería la versión más real y aterrizada a la cotidianidad de lo que sería ser un héroe de la vida real, ¿qué hubiera pasado si el Capitán América hubiera cedido ante los deseos de Hydra por moldear el mundo a su manera sólo porque era lo más lógico, en lugar de los más bueno? ¿Si Iron Man hubiera seguido vendiendo armas a corporaciones terroristas y se hubiera beneficiado de ello?
La idea de ser héroe es clara: siempre buscar el bien, por más complejo y difícil que suene. Esa imagen de inocencia y a la vez de nobleza es lo que los distingue, lo que los hace ser lo que son.
En cambio, identificar a un antihéroe puede ser difícil si no leemos entre líneas o interpretamos cada acto de manera individual.
Paul Atreides, es un joven que, al comienzo de la saga Dune es prometido como el nuevo Duque de Caladan. Con un destino ya trazado para él, sin saberlo, su madre Lady Jessica junto a las Bene Gesserit -una secta de mujeres que controlan y perpetúan la estirpe de todas las demás casas, buscando al Kwisatz Haderach, el elegido en términos más simples-, lo ven a él como el futuro del género humano y es en esta creencia donde notamos como espectadores que este destino como el Kwisatz Haderach no es una profecía sino una forja creada por las Bene Gesserit en su necesidad de crear la mejor estirpe genética.
Donde Paul ve el futuro y los Fremen lo consideran su Muad'Dib, la Chani de la película se cuestiona su divinidad gritando a todos “son las profecías las que nos esclavizan”.
Y es que, durante la primera entrega, podemos ver la caída de la Casa Atreides a manos de los Harkonnen quienes, a simple vista, y deseosos de seguir cultivando y vendiendo la especia -este polvo que se encuentra en todo el desierto de Arrakis y al que se debe los viajes en el tiempo y el espacio- se les quita su feudo para dárselo al Duque Leto de Caladan, padre de Paul, y aunque al principio resultar ser un misterio, para los Atreides resulta ser una trampa mortal.
Paul y Lady Jessica son obligados a huir al desierto de Arrakis y enfrentarse durante el camino a los gusanos. Paul, sin todavía dominar la Voz -el control de la mente y acciones de otros-, y con la tristeza de ver arder a toda su casa, se interna junto a su madre en esta aventura para mantenerse con vida y enfrentarse en algún futuro a sus enemigos, cosa que no sólo espera, sino que ha visto en sueños y lo mantienen con esperanza.
En la continuación de la saga, Paul ha logrado encontrar a los Fremen y conoce a Chani, la chica de sus sueños -literalmente-. Donde en un intento por ser aceptado y cuidar de su familia, y aunque sabe que el Muad'Dib es otro invento de las Bene Gesserit, accede a serlo y es aquí donde empiezas a cuestionarte los verdaderos motivos de Paul, ¿realmente lo hace para cumplir su venganza o para acceder al poder?
Su madre ha bebido el agua de la vida -veneno de gusano del desierto que causa fuertes alucinaciones y abre la mente-, y en pleno embarazo, su hermana Alia ha accedido a su árbol genealógico donde descubre que su abuelo materno no es nada más y nada menos que un Harkonnen, el mismo que mandó a exterminar la Casa Atreides.
Con este giro en la trama, el autor Frank Herbert nos da a entender que, si el futuro genético es tan importante, visto ya con las Bene Gesserit, el linaje Harkonnen ligado al linaje Atreides no sólo fue un giro inesperado, sino también un guiño hacia la historia del personaje.
Por un lado, tenemos a los Atreides, una casa popular, representada en la película de 2021 como noble y preocupada por la gente. Del lado de los Harkonnen vemos esta falta de color, además de naturaleza, una desconexión total con su entorno y, por ende, con las personas. Desde el inicio de la saga, podemos notar este contraste, por lo que al momento de terminar la segunda película nos preguntamos ¿será que descubrir su linaje materno ha tenido que ver con las acciones de nuestro protagonista o simplemente ha encontrado un nuevo pretexto para seguir por su camino de ascenso hacia el dominio de las demás casas?
Denis Villeneuve y la espectacular dirección de las dos cintas hechas hasta el momento, nos ha dejado ver hacia dónde se dirige la trama y ha hecho hincapié en que Paul Atreides no es un héroe y, por supuesto, los fans han llegado a la conclusión de que el personaje terminará convirtiéndose en un villano.
Sin embargo, dado a la complejidad de la historia que nos han presentado hasta ahora, yo diría que el camino de Paul todavía se encuentra dentro del antihéroe con tintes de villano. Esto lo afirmo ya que al unirse este a los Fremen -estos habitantes del desierto de Arrakis-, y aceptar su rol de Muad'Dib, usa su habilidad con La Voz y el haber bebido también del agua de la vida para comprender lo que su hermana le ha dicho a través de su madre y visto todos los futuros posibles, ha encontrado la solución a sus problemas: acabar con el Emperador, hacerse con el poder y liderar a los Fremen en una lucha con estas casas por una promesa de libertad que Chani ve como lejana y hasta quizá falsa por parte de él.
Pudiendo concluir que el futuro de Paul ya no es controlado ni por su madre ni por las Bene Gesserit, sino por él mismo y en su camino hacia el poder disfrazado de libertador, ha costado vidas y la promesa de un Arrakis libre, donde vuelva a llamarse Duna.
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