top of page

El tacto amargo del rosal

Yulied

Añoro el día que plante aquella semilla De tormentas despiadadas te protegí con una sombrilla

Al comenzar usted dulce semilla

Parecía no crecer

Pero pronto nos vi florecer

Prontamente dejaste de ser esa pequeña

semilla

Convirtiéndote en flores de laurel

O Dios mío no seas tan cruel

Decirme?!, acaso poseo espinas

O dulce dama, es mucho pedirte que seas mía?

Cualquier precio veo Justo ante tu divinidad

Por ti extirparia cada una de mis espinas

Pero que crueldad

Pero es mayor la crueldad De cambiar de laureles a un rosal

Llegando al trágico momento

Donde el dolor cara cara me termina de fulminar

Como una droga quede adicta

Adicta a pedirte posada

Adicta a ti mi amada

Te necesitaba más de lo que te amaba

O quizás solo me hallaba encaprichada

Capricho mío buscar tu corazón

Capricho mío hayar una razón

Una razón para seguir a tu lado

Una razón para seguir mendigando

12 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

¿Y qué sigue?

Suelen caer a cántaros, directo a la cabeza, taladrando alucinaciones, que emocionan a toda clase de curiosos aventureros.   A veces...

Onírico

Cierra tus pestañas, que vuelen en tejidos, hasta alcanzar los polos de países extraños.   Las muñecas te persiguen; mis sombras cubren...

Escamas Parciales

Serpientes desenvainan lenguas, escurriendo falsos versos, arrastrando juicios venenosos, únicamente para el cazar.   Jirafas espiando...

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
bottom of page