Libro vs. Película: Locamente Millonarios
- Lilian Luna
- hace 11 minutos
- 6 Min. de lectura
Siempre hay debate cuando un libro se convierte en película, esta semana me gustaría hablarles de cómo una misma historia se puede contar de distintas formas como es el caso de Locamente millonarios. Y aquí les va mi veredicto: aunque el libro me gustó, la película sigue siendo mi favorita. Pero eso sí, hay cosas que el libro hace mucho mejor y que habrían quedado increíbles en la película, y otras que… sinceramente, se sienten como puro relleno.
Para quienes no conocen la historia o quieren refrescar la memoria, aquí un breve resumen del universo en el que se desarrolla Locamente Millonarios.
Locamente Millonarios (tanto el libro de Kevin Kwan como su adaptación cinematográfica) nos lleva al extravagante y complicado mundo de una de las familias más ricas de Asia. La historia sigue a Rachel Chu, una profesora de economía en Nueva York que viaja con su novio Nick Young a Singapur para una boda… sin saber que él pertenece a una de las dinastías más poderosas del continente. A lo largo del viaje, Rachel descubre que aquí la riqueza no solo se mide en dinero, sino en legado, tradición y poder: el poder de las apariencias, de las conexiones y, sobre todo, de la manipulación familiar. Esta historia mezcla comedia, drama y mucho lujo, pero en el fondo habla de identidad, pertenencia y de hasta dónde estamos dispuestos a llegar por amor cuando enfrentamos un mundo que no está hecho para nosotros.
Lo que el libro hizo mejor (y que la película desaprovechó)
Algo que el libro maneja mucho mejor es el conflicto familiar. En la película, parece que la única villana es Eleanor, la mamá de Nick, pero en el libro, la abuela Su Yi tiene una presencia mucho más fuerte. No es solo que Eleanor se oponga a Rachel; en realidad, la figura clave que mueve a toda la familia es la abuela. Su poder no se basa solo en la riqueza, sino en el linaje. Ella tiene un control absoluto sobre quién puede o no pertenecer a la familia, y su influencia va mucho más allá de los bienes materiales. La familia está organizada en torno a este matriarcado que ella representa, y su palabra es la que decide el destino de cada miembro. En la película, apenas vemos a la abuela, pero en el libro, su papel es fundamental, y la manera en que sus decisiones afectan a todos los involucrados le da una capa extra de profundidad al drama familiar. Habría sido interesante que la película mostrara más de esto, ya que habría enriquecido enormemente el conflicto.
Luego está la historia de Astrid. En el libro, su matrimonio con Michael es mucho más complejo que lo que se muestra en la película. Astrid vive atrapada entre dos mundos: por un lado, está su riqueza y la vida perfecta que aparentemente lleva, pero por otro, está la necesidad de esconder esa riqueza para que Michael no se sienta incómodo. Ella decide reprimir su verdadera identidad para no afectar su relación. Michael, por su parte, enfrenta un conflicto interno debido a que la familia de Astrid no lo acepta y lo hace sentir como si no perteneciera a su mundo. Constantemente lo tratan como alguien que trabaja para ellos, pidiéndole favores y encargos, lo que solo aumenta sus inseguridades. Además, la presencia de su exnovio, Charlie Wu, es crucial para la historia de Astrid. En el libro, su relación con Charlie tiene mayor peso, lo que influye en la relación de Astrid con Michael. La película no profundiza en estos conflictos, dejando a los espectadores con la sensación de que la historia de Astrid tiene mucho más por explorar. La complejidad de su relación con Michael y la influencia de su familia, sumados al papel de Charlie Wu, le habrían dado una mayor dimensión al personaje de Astrid.
No puedo dejar de lado lo de Rachel y su papá. En la película, mencionan rápidamente que su mamá la crió sola porque su papá “no era buena persona”, pero no profundizan tanto en la historia. En el libro, en cambio, descubrimos que la madre de Rachel se casó muy joven, en contra de las creencias de sus padres, y terminó viviendo con la familia de su esposo. Allí, nunca se sintió bienvenida, ya que constantemente le recordaban que nunca sería igual a ellos. Lo que realmente les importaba, sin embargo, era que ella tuviera un hijo varón para asegurar el linaje familiar, algo que le estaba siendo complicado lograr . Ante esta presión, ella decidió irse a vivir a otro lugar con su esposo, pero ahí él se volvió violento y alcohólico. Esto la llevó a buscar refugio en un vecino, con quien terminó teniendo una aventura, de la cual nació Rachel. La familia de su esposo, al creer que la bebé era suya, se mostró feliz, pero cuando descubrieron que era una niña y que, debido a las leyes de la época, no podrían tener más hijos, decidieron hacerle daño a la bebé para asegurar el varón. Sin embargo, la madre de Rachel logró escapar con su hija para protegerla. Este giro dramático le da un gran peso al conflicto con su origen, algo que la película omite y trata de manera más superficial.
Lo que el libro tiene y se siente como relleno
A ver, el libro es bueno, pero hay cosas que se sienten innecesarias. Para empezar, los primos de Nick tienen capítulos enteros dedicados a sus dramas personales. Aunque algunas de sus historias son interesantes y ayudan a dar profundidad al mundo en el que viven, se sienten como un añadido que no aporta mucho a la trama principal. Estos primos, en su mayoría, son ejemplos clásicos de millonarios mimados, obsesionados con su apariencia y con la necesidad constante de demostrar que pueden tener lo que quieran, sin importar el costo. Se enfocan en mostrar su estatus ante la sociedad, ya sea a través de sus lujosos estilos de vida o de las cosas materiales que poseen. Sin embargo, sus historias no afectan directamente el desarrollo de la relación entre Rachel y Nick ni el conflicto central de la obra. En la película, todo esto se corta, y la historia avanza mucho más ágilmente, sin desviar tanto la atención hacia personajes secundarios que, aunque complementarios, no son esenciales para el arco principal.
Otra cosa que sucede en el libro es que se detiene mucho en describir ropa, marcas y estilos de vida lujosos. Si bien esto ayuda a construir el mundo de los “crazy rich Asians”, llega un punto en el que se siente excesivo, sobre todo si lo que realmente quieres es seguir el desarrollo de la historia. En la película, sin embargo, estas marcas y lujos se presentan más como imágenes visuales. En lugar de ser descritos en detalle, los vemos a través de los vestidos, los autos, las menciones, o incluso las tradiciones, lo que hace que la experiencia sea más inmediata y sencilla de absorber. Además de que la parte cultural, que en el libro se expone de forma muy detallada, también se maneja de manera más ágil en la película. Aprendemos sobre las tradiciones, jerarquías familiares y el peso de la riqueza en la sociedad asiática, lo cual es muy interesante, pero al ser tan detallado en el libro puede volverse un tanto pesado cuando lo único que quieres es saber qué va a pasar con Rachel y Nick. En la película, sin embargo, estas cuestiones culturales se comunican visualmente, lo que permite que el espectador se sienta inmerso sin que la narrativa pierda ritmo. Además, la película se ve mucho más espectacular visualmente, ya que podemos ver de forma clara y llamativa el alcance de su lujo: desde la boda, que se celebra en lugares icónicos y fuera de lo común, hasta los impresionantes edificios de Singapur, las mansiones de los personajes y la ambientación general, todo está diseñado para mostrar la opulencia de su mundo de una manera mucho más impactante.
Conclusión
Si tuviera que elegir, me quedo con la película. Es visualmente espectacular, tiene un ritmo más dinámico y, sobre todo, se centra más en la historia de amor. Y como yo soy una persona que ama el romance, esto hace que la película me guste muchísimo más. Sí, el libro tiene más detalles y profundidad en ciertos aspectos, pero la película logra capturar la esencia de la historia de una forma más ligera, entretenida y emocionalmente cercana.
El libro, por otro lado, se enfoca más en mostrarnos el mundo de los millonarios asiáticos: sus lujos, sus conflictos, su obsesión por las apariencias y la presión social que cargan por pertenecer a una élite. También nos deja claro que la riqueza no siempre es sinónimo de poder, ya que hay personajes que, a pesar de tener dinero, siguen estando atrapados en estructuras familiares rígidas o en situaciones que los hacen sentir pequeños. Además, el libro no se limita a Singapur; también nos habla de otros lugares como Londres, París, Hong Kong o Shanghai, y nos presenta un panorama más amplio de este universo exclusivo y sofisticado.
Sin embargo, este enfoque tan detallado puede hacer que la historia se sienta más pesada, especialmente cuando lo que uno realmente quiere es seguir la trama central entre Rachel y Nick. En general, el libro deja ver un ambiente bastante tóxico, lleno de presión social, apariencias, celos y manipulación, mientras que la película suaviza todo eso para enfocarse en lo esencial y dejar una sensación más esperanzadora.
Así que si te gustó la película y quieres saber más del universo de Locamente Millonarios, dale una oportunidad al libro. Eso sí, prepárate para muchos detalles sobre moda, cultura asiática, y primos con historias que quizás no te importen tanto.
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