En el lugar de los sueños de los coyotes,
hay una casa azul cubierta de bugambilias,
tiene cactus, balcones y flores amarillas,
en su interior hay pigmentos, pinceles y fotografías,
llena de recuerdos de una gran artista,
ahí habita el espíritu de los muertos y a los vivos inspira.
En sus calles hay arquitectura colonial,
los callejones con mucho arte pintados están,
en la plaza hay mimos y vendedores de artesanías,
fabrican alebrijes, calaveras, títeres y catrinas,
elaboran collares con semillas y figuras de hojalata,
los caricaturistas entre risas te retratan.
Los chamanes usando el tarot tu mano leerán,
tu aura limpian entre ramilletes, palo santo y copal,
el ferviente aroma a incienso inunda el sagrado lugar,
pueden hablarte del pasado, el presente y el futuro,
entre velas, brebajes y figuras tu suerte te dirán,
con atrapasueños y talismanes los antepasados te protegerán.
Al caer la tarde, cuando el sol te abraza, comienza el festejo,
entre serenatas, música, danzas, café y mezcal añejo
la gente se reúne, a comer ricos antojitos y variedad de dulces,
todas estas tradiciones reflejan nuestras raíces,
entre colores vienen y con recuerdos se van
aquí en la bella plaza de Coyoacán.
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