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Trepanación: cirugía prehistórica y actual

Abigail Campos


Al revisar la historia de la medicina podemos apreciar la evolución en el diagnóstico, el tratamiento, los cuidados y la prevención para mantener la salud, eliminando las prácticas demostradas como dañinas como las lobotomías, pues han sido diversos los remedios usados en la antigüedad para aliviar cualquier dolencia, lo cual al reflexionar sobre las limitaciones de su tiempo, a comparación a la actualidad donde aún existen peligros, provoca nerviosismo como mínimo, pero la sorpresa es grande cuando se descubre que algunas de las intervenciones realizadas desde la prehistoria aún se realizan, en este caso se trata de la trepanación.


La trepanación es un procedimiento quirúrgico en donde se perfora uno o varios orificios en el cráneo, los cuales son de tamaño pequeño, como una moneda, que, actualmente, los realiza un neurocirujano con un equipo de enfermeros especializados, puede ser distinto por la emergencia, a una persona viva mediante perforación, corte, raspado de capas de hueso con un instrumento afilado: "El proceso de trepanación implica hacer un agujero en el cráneo utilizando un instrumento quirúrgico especializado, conocido como trépano. En la actualidad, estos instrumentos están altamente especializados y diseñados para maximizar la precisión y minimizar el daño al tejido cerebral subyacente. Por lo general, se realiza un corte en el cuero cabelludo para exponer el cráneo, luego se utiliza el trépano para hacer un agujero en el hueso. Durante este proceso, se toman todas las precauciones para minimizar el riesgo de daño al cerebro."[1]


Se usa comúnmente para aliviar la presión intracraneal que es provocada por varias condiciones como hinchazón en el cerebro por traumatismos, acumulación de líquido o un tumor. Mediante el agujero se libera el exceso de presión o de líquido, aliviando los síntomas y prevenir más daños; por otro lado, permite acceder al área necesaria durante las cirugías para eliminar tumores, coágulos, abscesos.


Cuenta con varios riesgos como infección, hemorragia, daño al tejido cerebral, convulsiones, problemas con suturas o cicatrización; se toman las medidas para minimizar riesgos y se evalúan con anterioridad los beneficios y riesgos antes de realizar el procedimiento.


Principalmente se hacen estos orificios para un hematoma subdural de larga duración, o crónico, en donde "la sangre se acumula lentamente bajo la capa de la duramadre después de un traumatismo craneal leve. Las venas aquí son frágiles y fáciles de romper, especialmente en los adultos mayores. Esto puede provocar síntomas como dolor de cabeza, alteraciones de comportamiento, confusión, convulsiones y debilidad muscular unilateral. Si la sangre sigue acumulándose, puede provocar un coma y daño cerebral."[2] La duramadre es la más externa de las meninges, las cuales son tejidos finos que contienen vasos sanguíneos de sangrado fácil, una capa de las capas que rodean y protegen el cerebro. Usualmente los orificios se unen con una sierra especial para que la abertura sea mayor, una craneotomía.


Hay varias razones para necesitar el tratamiento, principalmente para aliviar la presión alrededor del cerebro por un hematoma subdural repentino o agudo, un hematoma epidural, algunos tipos de cáncer cerebral, hidrocefalia, algunos tipos de hemorragias del cerebro, depende del caso.


Actualmente también pueden servir para implantar dispositivos cerebrales como válvulas para la hidrocefalia, electrodos para la epilepsia o enfermedad de Parkinson, sondas para monitorear la presión intracraneal. La trepanación, a pesar de parecer brutal, más recientemente se realiza en un entorno controlado con profesionales capacitados cuyo objetivo es aliviar la presión o el dolor, eliminar tumores o para acceder a áreas cerebrales durante cirugías.


En algunas ocasiones el procedimiento es un tratamiento de emergencia, en otras veces se puede planear para tener cuidado con la medicación usada por el paciente, como los anticoagulantes o hacerse una tomografía computarizada para saber más sobre el líquido alrededor del cerebro, entre otras precauciones. La recuperación puede tardar varios días, incluir dolor en la herida aunque es de fácil medicación, se puede retomar con rapidez las actividades cotidianas según las indicaciones médicas, pero se pueden tener síntomas como convulsiones, debilidad muscular, confusión, fiebre, rigidez en el cuello, hinchazón o enrojecimiento del cuero cabelludo o apertura de la herida. Se debe seguir con visitas de control, además de hacerse pruebas de diagnóstico para ver la evolución.


Con la información anterior se entiende que se recorrió un largo camino para llegar a la situación actual del procedimiento, pues es de las neurocirugías más antiguas, contando con evidencia arqueológica de miles de años al haber encontrado cráneos trepanados alrededor del mundo, pues era una práctica extendida por una población más reducida a la actual. Aunque era importante, todavía no se sabe con exactitud todas las razones por las qué se realizaban.


Se documento por primera vez en 1450 en Arte complida de cirugía con la descripción de "perforación del cráneo o de otro hueso con el trépano y otro instrumento quirúrgico"[3], posteriormente en 1869 en el segundo tomo de Traducción del Tratado elemental de patología y de clínica quirúrgicas por A. Jamain de C. Quijano Abarca con la acepción de "incisión de la córnea o de la esclerótica con un trépano"[4].


La trepanación surgió en distintas partes del mundo, según un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos y la Complutense de Madrid, el procedimiento consiste en "una práctica quirúrgica realizada desde la Prehistoria en traumatismos craneales, epilepsia, cefaleas y enfermedades psiquiátricas"[5] De los procedimientos más antiguos que se conocen datan de el Neolítico,  se realizaban en la antigua Grecia, América, África, Polinesia, era una práctica importante y peligrosa por las limitaciones sobre los conocimientos sobre anatomía, fisiología, enfermedades, síndromes y cuidados post operatorios.


Durante la Edad Media se usó para "extraer una supuesta piedra que se formaba en el cráneo y producía locura a los pacientes"[6], acto representado por varios artistas como El Bosco. Durante los siglos XV a XVIII se siguió practicando y describiendo la técnica, anatomía, contraindicaciones, debido a las lesiones atendidas. En el Renacimiento se usaron los mosquetones y arcabuces que destruian los tejidos.


Desde los primeros estudios científicos del siglo XIX se ha debatido si las trepanaciones podían tener otros usos, como para permitir el paso de espíritus o como rituales de iniciación, aunque se tiene la certeza de su realización por razones médicas.


Un caso curioso se dio en 1997 cuando arqueólogos excavaron en un lugar de enterramiento prehistórico al sur de Rusia, en Rostov del Don. Ahí se encontraron restos de 35 personas en 20 tumbas separadas, según el estilo de los enterramientos, los arqueólogos reconocieron que databan de entre 5000 y 3000 años a.C. Una de las tumbas contenían esqueletos de dos mujeres, tres hombres, un bebé menor de dos años y una adolescente; a todos, menos un hombre y el bebé, fueron sometidos a trepanaciones inusuales, notado por la antropóloga de la Universidad Federal del Sur en Rostov del Don, Rusia, Elena Batieva. Todas realizadas casi en el mismo lugar, la parte superior del cráneo y hacia atrás, un punto llamado "obelion". Es llamativo pues menos del 1% de todas las trepanaciones documentadas se hicieron en ese o cerca de ese punto, por ello encontrar cinco en la misma tumba es llamativo, pues una trepanación en el obelion era poco usada por su gran peligro: "El punto obelion está situado directamente encima del seno sagital superior, donde la sangre desde el cerebro se contrae antes de desembocar en las venas salientes principales. Abrir el cráneo en esta ubicación puede provocar una hemorragia grave y la muerte."[7] A pesar del peligro, ningún cráneo mostró signos de lesiones o enfermedades antes o después, por lo cual se piensa que el procedimiento fue mientras estaban sanas.


La antropóloga Batieva busco en más registros arqueológicos donde detectó otros dos casos de dos mujeres con trepanaciones similares en el obelion descubiertas en 1980 y 1992, dando 8 casos agrupados en una región reducida del sur de Rusia y con edades similares.


Otra excavación en 2011 llevó a un equipo internacional de arqueólogos a tres sitios de enterramiento de la Edad del Cobre con 137 esqueletos, cerca de la frontera con Georgia, en donde encontraron casos de trepanación: cuatro sin enfermedad o daños contaban con el procedimiento encima del punto de obelion.


De entre todos los investigadores, una antropóloga alemana, Julia Gresky, había leído el artículo de Batieva sobre las trepanaciones inusuales en Rusia, llevando a que ambas antropólogas junto a otros colegas se unieron para describir las trepanaciones en el obelion al sur ruso, cuyo estudio fue publicado en abril del 2016 en American Journal of Physical Anthropology. Todos esos casos rusos fueron aún más sorprendentes por ser encontrados tan cerca llevando a pensar en una conexión probable, lo cual es difícil de probar, aunque es posible que el sur ruso fuera un centro de trepanación ritual.


Una academica rusa de Ciencias en Moscú, María Mednikova experta en trepanación de Rusia, cree que hacer el procedimiento en áreas específicas y peligrosas del cráneo pudieron ser para transformaciones de algún tipo, sugiere que se podría tener la idea de trepanar en esos lugares podría darles habilidades únicas que otros miembros de la comunidad no poseían.


El cráneo de la adolescente no mostró signos de curación, suponiendo que murió durante o después de la cirugía, otros parecen haber sobrevivido pues los cráneos mostraban curación en el hueso de los bordes de los agujeros, aunque la sanación no fue total; de entre todos había tres cráneos, dos de mujeres de entre 20 y 35 años y otro de una persona de entre 50 y 70 años, mostraron poca cicatrización alrededor de la incisión, lo que sugiere que sobrevivieron solo de entre dos a ocho semanas tras el procedimiento; los otros ocho cráneos tuvieron una cicatrización más avanzada, llevando a creer que sobrevivieron alrededor de cuatro años después.


Aún existe la posibilidad de que los cráneos con esta inusual trepanación sufrieran enfermedades o lesiones, por lo cual la operación pudo haberles funcionado a, al menos, ocho de los individuos, al mismo tiempo, está la posibilidad de que el equipo de antropólogos tengan la razón en que el procedimiento fue realizado con un propósito ritual.

En excavaciones de otros países se encontraron cráneos con trepanación como en Perú en el siglo XIX donde se encontraron cráneos trepanados, los primeros estaban en las cavernas de Paracas las cuales son fosas de enterramiento, correspondiente a la civilización preinca e inca precolombina. Se realizaron trepanaciones por varias sociedades, quienes eliminaban hematomas o retiraban partes de hueso fracturadas posiblemente en combates rituales o combates con guerreros, también para aliviar diversas dolencias cerebrales. Se usaron herramientas diversas como cuchillos de obsidiana (vidrio natural) y otros de metal, como cobre o aleación del mismo. Paralelamente, se practicaba la deformación craneana, para moldear el cráneo de los individuos de un grupo social, para marcar su identidad.


En otra parte del mundo, en la segunda mitad del siglo XIX, científicos como Pierre-Paul Broca,  Loucas-Championiére, entre otros, realizaron descubrimientos de cráneos prehistóricos con marcas del procedimiento y escribieron al respecto. En 1874 en Francia, se encontraron doce cráneos con los orificios, al estudiarlos encontró que las regiones más intervenidas eran la frontal y occipital con un diámetro de entre 4 a 6 centímetros, la mayoría de las trepanaciones contaban con crecimiento de hueso nuevo alrededor confirmando la sobrevivencia de la intervención. Se llegó a una primera conclusión de que las intervenciones se realizaron en un contexto ritual de iniciación místico-religiosas, pero científicos posteriores no la sustentaron sino que más bien se realizaron para tratar migrañas, epilepsia o enfermedades mentales.


Quienes han estudiado la supervivencia post intervención llegaron a la conclusión de que lograron vivir más de la mitad de los pacientes, aunque pueden variar las cifras, lo cual es sorprendente tomando en cuenta las limitaciones, pues que la capacidad craneal en adultos debe mantenerse estable por que la fusión de los huesos hace más difícil la intervención sin los instrumentos y precauciones necesarias, al aumentar la presión se activan mecanismos compensadores para aliviar la situación, al no lograrlo se llega a un extremo que puede conducir a la muerte por la herniación cerebral, llevando a la necesidad del procedimiento.


En la antigüedad "según los hallazgos arqueológicos estudiados, los cirujanos empleaban lascas de obsidiana, a modo de cuchillas, cuchillos en forma de media luna con filo y otros en forma de T (llamados tumis) y herramientas similares a pinzas, martillos y, avanzando en el tiempo, sierras. Tras haber realizado la extracción de la porción de la bóveda craneal o el raspado de la misma, muchos autores defienden el uso de pequeñas placas o planchas de concha, mate (calabaza) o incluso oro que facilita la cicatrización posterior y un vendaje compresivo."[8] (Molero) Se sigue cuestionando si se usaba algún tipo de anestésico y como afrontan las posibles complicaciones post operatorias. Aunque pocos, se encontraron cráneos trepanados en el Antiguo Egipto y Babilonia, dos de ellos pertenecieron a hombres que sobrevivieron a la operación.


Autores grecorromanos describieron la técnica, motivos, el instrumental y llegaron a perfeccionarla, la principal causa de realización era un traumatismo craneoencefálico que causa confusión y hasta fractura, incluso algunos autores aconsejaban que fuera la última opción.


Este es un pequeño resumen de la historia de esta práctica médica milenaria, la cual se ha seguido realizando por el bienestar del paciente, aunque con los necesarios conocimientos y cuidados para lograr una solución satisfactoria, pero conocer su historia, a su vez, nos ayuda a tomar conciencia de lo necesario de seguir invirtiendo en mejorar las técnicas, intervenciones, medicinas, diagnósticos, campañas preventivas para que cada vez los riesgos sean menores hasta ser nulos, en no quedarnos estancados pensando que se llegó al mayor conocimiento, pues en algunas décadas se podría comprobar que no es cierto y salvar miles de vidas más.

 

Bibliografía

"Cráneos deformados y trepanados", Museo Larco, Sala 10 Vitrina 126, exposición permanente: Muerte en el antiguo Perú, https://www.museolarco.org/exposicion/exposicion-permanente/exposicion-en-linea/muerte-en-el-antiguo-peru/craneos-deformados-y-trepanados/

Milo, Alberto, "Trepanación craneal: Por qué los humanos se perforaban el cráneo en la Prehistoria", National Geographic en Español, 3 de febrero del 2024, https://www.ngenespanol.com/historia/trepanacion-craneal-por-que-los-humanos-se-perforaban-el-craneo-en-la-prehistoria/

Molero Silvero, Esperanza, "De espíritus malignos y supersticiones a la locura. La evolución de las trepanaciones", Desperta Ferro, 13 de agosto del 2024, https://www.despertaferro-ediciones.com/2024/prehistoria-historia-medicina-trepanacion-craneal/

"Orificios de trepanación", Brigham and Women's Hospital, última revisión 08 de enero del 2023, https://healthlibrary.brighamandwomens.org/spanish/Encyclopedia/135,318es

"Trepanación", Clínica Universidad de Navarra. Diccionario Médico, https://www.cun.es/diccionario-medico/terminos/trepanacion

"Trepanación", Diccionario histórico de la lengua española. Real Academia Española,  versión del 30 de septiembre del 2020, https://www.rae.es/dhle/trepanaci%C3%B3n

Wylie, Robin, "Trepanación: por qué nuestros antepasados se perforaban el cráneo", BBC NEWS MUNDO, 9 de septiembre de 2016, https://www.bbc.com/mundo/vert-earth-37270157


Notas

[1]“Trepanación”, Clínica Universidad de Navarra. Diccionario Médico

[2] “Orificios de trepanación”, Brigham and Women’s Hospital, última revisión 08 de enero del 2023

[3] “Trepanación”, Diccionario histórico de la lengua española. Real Academia Española,  versión del 30 de septiembre del 2020

[4] Ibídem

[5] Milo, Alberto, “Trepanación craneal: Por qué los humanos se perforaban el cráneo en la Prehistoria”, National Geographic en Español, 3 de febrero del 2024

[6] Molero Silvero, Esperanza, “De espíritus malignos y supersticiones a la locura. La evolución de las trepanaciones”, Desperta Ferro, 13 de agosto del 2024

[7] Wylie, Robin, “Trepanación: por qué nuestros antepasados se perforaban el cráneo”, BBC NEWS MUNDO, 9 de septiembre de 2016

[8] Milo, Alberto, "Trepanación craneal: Por qué los humanos se perforaban el cráneo en la Prehistoria"

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