¡Qué gusto me da verte! Pensé que no aceptarías mi invitación, por cierto, ¿leíste los libros que te recomendé? ¿No? Bueno, no hay prisa, es mejor leer un libro tranquilamente que devorarlo sin disfrutarlo. Te cité aquí porque pasarán Scrooge, pero la versión de Henry Edwards del 35, ya ves que la Cineteca proyecta joyas antañas de vez en cuando. ¿Sabías que está inspirada en el libro Cuento de navidad de Charles Dickens, el autor de Oliver Twist y David Copperfield?
Si, también es autor de Historia de dos ciudades. No sé si hay películas basadas en cada uno de sus libros, pero sé que se inspiraron en Grandes esperanzas y Tiempos difíciles para hacer series y una que otra película, quizá Cuento de navidad es la más utilizada para realizar películas.
Ya que estamos en esto, ¿quieres que te cuente un poco de la vida de este gran escritor? ¿Sí? ¡Perfecto!
Dickens es un autor bastante reconocido, hasta existe el término “dickensiano” para referirse a algo que recuerda las novelas de este autor. En general las obras de Charles Dickens hablan sobre las condiciones sociales, la desigualdad económica y todos los problemas que surgen por estas cuestiones, es por lo que algunas de sus novelas parecen atemporales, en la actualidad se viven los mismos problemas, pero se le añaden otros elementos.
Desde joven, Dickens se dio cuenta de la tristeza y la frialdad que acompañan a la pobreza. Nació en Portsmouth, Inglaterra, el 7 de febrero de 1812. Creció dentro de una familia llena de deudas debido al despilfarro de su padre, comenzó a estudiar hasta los nueve años por lo que fue un autodidacta, disfrutaba de leer libros como Don Quijote de la Mancha, Las aventuras de Roderick Random y Robinson Crusoe y se mudó de casa varias veces junto con su familia; años después su padre fue encarcelado por no pagar sus deudas, Charles fue acogido en una casa de Little College Street y acudía los domingos a visitar a su padre. A los doce años se consideró que tenía edad suficiente para trabajar, así que comenzó a laborar en Warren's boot-blacking factory, una fábrica de betún para calzado, ganaba seis chelines a la semana (con los cuales tenía que mantenerse y ayudar a su familia); esta etapa de su vida lo marcó totalmente y se basó en ella para escribir David Copperfield (1848), donde denunció las condiciones deplorables en las que las clases proletarias vivían. Cuando su padre salió de la cárcel, Charles siguió trabajando por insistencia de su madre; un tiempo después murió su abuela materna dejándoles una herencia de 250 libras, lo cual mejoró su vida en gran parte.
¿Qué pasó después? Pues el joven Dickens entró como pasante a un bufete de procuradores, luego fue taquígrafo judicial y en 1828 se convirtió en reportero para el Doctor’s Commons, también fue cronista parlamentario para el periódico True Sun. Entre 1833 y 1836 publicó Sketches by "Boz", Illustrative of Every-day Life and Every-day People. 1836 fue un buen año para él, publicó su primer libro Papeles póstumos del club Pickwic, se casó con Catherine Thomson Hogarth (con quien tuvo diez hijos) y comenzó a trabajar como editor del Bentley's Miscellany.
Todo iba mejorando para Dickens, un año después comenzó la publicación de Oliver Twist por entregas y para 1842 viajó junto con su esposa a Estados Unidos, puedes encontrar sus notas de viaje en su libro Notas de viaje americanas. Ya en 1843 publicó Canción de navidad o Cuento de navidad (según la traducción que prefieras), esta es de mis historias favoritas, muestra que la nobleza puede ganarle a las ambiciones ruines del ser humano, es una pequeña luz de esperanza que alumbra el camino, por lo que espero te guste mucho, además ya casi inicia la película y es un poquitito tarde para cambiar los boletos.
¿En qué me quedé? ¡Ah, sí! ¡Cuento de navidad! Es quizá su obra más popular, ha tenido demasiadas adaptaciones a películas y sigue dando lecciones por todo el mundo. Hablando sobre lecciones, Dickens en 1849 escribió La vida de nuestro Señor, donde habla sobre la vida de Jesucristo criticando fuertemente la hipocresía religiosa, ya que tenía profundas convicciones de este índole, de hecho, eso le valió que Tolstoi y Dostoievski se refirieran a él como “ese gran escritor cristiano”
Pienso en que la vida es como un sube y baja, puedes estar arriba o abajo, dependiendo el momento, eso mismo ocurrió con Dickens; tenía mucha fama, había logrado comprar una casa grande y publicar varios libros, pero eso que le daba felicidad provocaba la tristeza de su esposa quien se sentía muy presionada y terminó separándose de él en 1858; su padre, su hermana Fanny y una de sus hijas fallecieron y su salud se fue deteriorando.
Aprovechó el haber caído para impulsarse y subir, escribió Historia de dos ciudades y fundó The Arts Club, un centro de artes y reuniones sociales. Algunos autores dividen la vida de Dickens en dos; comenzando la segunda etapa en 1850, se nota un cambio en sus obras y, según dicen, en su actitud de ese tiempo. Algo interesante de esta etapa es la historia detrás de su libro El guardavías, el escritor iba viajando en un tren cuando algunos de los vagones se precipitaron por un puente que estaba siendo reparado, el vagón en el que Dickens iba logró cruzar y nada le sucedió, se dice que atendió a los heridos hasta que llegaron los rescatadores y posteriormente regresó a su vagón para recuperar el manuscrito de Nuestro amigo mutuo que tiempo después terminaría de escribir.
Tristemente, en 1870 murió por una apoplejía, fue enterrado en la esquina de los poetas en contra de su voluntad y se mandó a imprimir un epitafio que decía “fue simpatizante del pobre, del miserable, y del oprimido; y con su muerte, el mundo ha perdido a uno de los más grandes escritores ingleses”. Dejó inconclusa su obra El misterio de Edwin Drood y dio lugar a innumerables hipótesis sobre el final de esta obra. Fue un gran escritor y hasta el día de hoy sus obras continúan siendo leídas por miles de personas y vistas por millones en las pantallas. Hablando de pantallas, vamos a comprar palomitas que ya va a comenzar la función, después te sigo contando más sobre libros y autores, por cierto ¿ya te hablé sobre María Luisa Puga? Pensé que ya lo había hecho ¿lo dejamos para otra ocasión? No me quiero perder los cortos, luego no me entero de los eventos que habrá. ¡Vamos!
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